El Ministerio de Guerra y Defensa la HOS (Humildad, Obediciencia y Santidad) realizó el convivio denominado "A la mesa del rey".
De acuerdo con los organizadores, este evento nace del corazón de Dios y desde hace cinco años se desarrolla en San Joaquín, Pedregal, de manera muy especial por estas personas que viven en la calle.
Este evento arrancó a las 7:50 p.m. en una sala de la localidad y toda la actividad fue organizada por jóvenes que son considerados por los pastores que presiden la congregación, "por jóvenes valientes y esforzados".
Había música, globos azules y grises. Las mesas tenían manteles blancos y centros de mesas. Solo los invitados de la noche, es decir los indigentes utilizaron piezas de una vajilla y cubiertos. El resto de los participantes tuvo que comer con platos y cubiertos desechables.
No obstante, estos siete invitados tuvieron un buen recibimiento, gozaron de un trato amable. Hasta alguien les acompañaba y les atendía, por si requerían de algo.
Al momento de repartir los alimentos, hubo voluntarios para servirles los alimentos que ellos querían. Había todo tipo de carnes, estilos de arroz, diversidad de ensaladas y refrescos, entre otros.
Como ellos eran la prioridad cenaron con mucha calma y se les dio la opción de llevar si así lo deseaban.
Los pastores explicaron que "todos somos servidores de los hombres y mujeres homenajeados", quienes bíblicamente representan a Mefiboset, aquel personaje con discapacidad que era hijo de Jonatán, el mejor amigo del rey David.
Entre los asistentes a este evento había invitados como la vicealcaldesa, Judy Meana, clubes de leones, líderes y pastores que respaldaron esta iniciativa.
El evento arrancó con una oración inicial, hubo cantos de alabanzas y adoración. Hasta sketch sobre Mefibosé.
La vicealcaldesa también ofreció dos cantos para este momento y fue muy aplaudida por estar en este evento signficativo.
Mientras los homenajeados disfrutaban de los alimentos, el pastor Javier Márquez le lavó los pies y otros participantes se animaron a realizar este gesto de amor.
De acuerdo con Márquez, seguirán orando para que Dios siga fortaleciendo esta iniciativa y los motive a seguir trabajando por el prójimo. No obstante, hizo saber que el reto, en fe, sería desarrollar este evento al menos una vez al mes en diferentes comunidades.